El galgo español es originario de una antigua fusión genética entre lebreles de raza celta y árabe.
Presenta una silueta musculada y elegante: pecho profundo, costillas curvadas, dorso largo y vientre recogido.
La cabeza es larga y estrecha, de estómago poco marcado y una trufa prominente. Las mandíbulas también son largas y los labios delgados. Ojos oscuros y muy vivos. Orejas hacia atrás. Miembros musculosos y cola larga y fina, llevada baja. Pelaje: corto, apretado, fino y lustroso. Color: Canela, castaño, rojizo, negro y blanco, uniforme o combinado.
Se adaptan a cualquier sitio y son animales apacibles y que son muy felices en el entorno familiar, además es muy fácil educara a un galgo español. Se asegura que desciende del Vertrades Romano que a su vez es descendiente del mítico Lebrel Egipcio, de ahí su parecido con los perros faraónicos que aparecen representados en sus tumbas.
Pero si antes pasear con un galgo al lado por la calle era una verdadera delicia, un lujo, ahora el galgo español ha caído en desgracia; su velocidad es su perdición ya que es utilizado por grupos desaprensivos para las carreras y la caza, y los llamo desaprensivos porque cuando ya no les sirve, cuando han sacado el máximo partido a este maravilloso perro se deshacen de él de una forma cruel e inhumana; de toda Europa es conocida la crueldad de algunos españoles dueños de estos perros a la hora de darles muerte, de abandonarlos, crueldad que es una tragedia para el pobre perro y una falta de respeto total por la vida.
Por fortuna en países como Alemania, Austria y Bélgica entre otros, colaboran en la adopción de este magnífico perro; esperemos que algun día fotos como la que pongo en el blog sean un mero y mal recuerdo de lo que fue una actitud incivilizada hacia el galgo español