Ya nunca se borrará de mi memoria esas manos de padres, madres, niños pidiendo, esas gentes vagando por las calles en ruinas, desoladas, entre escombros, entre cadáveres amontonados, algunos cargados con sus hijos o buscándolos desesperados,, ya nunca se borrará de mi memoria, ese ambiente desolador, cruel, con hedor a muerte, ese dolor resignado de algunos y el grito desesperado de otros, pero si algo que no podré nunca olvidar, son sus ojos llenos de horror, de desesperación, tristeza, llenos de lágrimas, ojos a los que miro y me duele el alma.
Mirar a los ojos de los niños hambrientos parte el corazón e incluso te hace sentir culpable y después de esto me pregunto ¿ somos humanos ?. Nunca olvidaré los ojos de esos niños, su mirada la llevo dentro.
Y nosotros tenemos los ojos tapados .
ABEL KROSMAN.
