
Me viene a la memoria un artículo que publiqué en mi antiguo blog, y aunque esto ocurrió hace casi dos años voy ponerlo otra vez y refrescar la memoria de alguna gente que consintió y aprobó en su museo lo que su autor llamó mientras duró el suplicio de un pobre perro una obra de arte, mas bien fué un asesinato en toda regla con alevosía y premeditación de la que fueron complices el museo y sus visitantes que son tan culpables como su autor.
Guillermo Vargas Habacuc es un costarricense que dice ser artista, pero Guillermo Vargas Habacuc en mi opinión es un simple y sádico matarife, un fumata, que debe padecer algun transtorno mental grave, porque confundir el arte con el asesinato es algo que cualquier artista en su sano juicio rechazaría.

Su obra, si a esto se le pueda llamar obra de arte, aparentemente llamada " Un perro enfermo, callejero" consistía en mostrar eso, un

Según el autor de la sádica, bárbara y criminal obra era una manifestación artística; yo le preguntaría al energúmeno este si lo atáramos a él en lugar del perro con un cartel al cuello que dijera: Arte, y te dejáramos morir de hambre y sed ¿ tambien sería una obra de arte ó un asesinato ?.


Esto si es una obra de arte, donde se plasma la amistad, fidelidad y cariño.