jueves, 11 de junio de 2009

El museo de la muerte


Me viene a la memoria un artículo que publiqué en mi antiguo blog, y aunque esto ocurrió hace casi dos años voy ponerlo otra vez y refrescar la memoria de alguna gente que consintió y aprobó en su museo lo que su autor llamó mientras duró el suplicio de un pobre perro una obra de arte, mas bien fué un asesinato en toda regla con alevosía y premeditación de la que fueron complices el museo y sus visitantes que son tan culpables como su autor.
Guillermo Vargas Habacuc es un costarricense que dice ser artista, pero Guillermo Vargas Habacuc en mi opinión es un simple y sádico matarife, un fumata, que debe padecer algun transtorno mental grave, porque confundir el arte con el asesinato es algo que cualquier artista en su sano juicio rechazaría.
Su obra, si a esto se le pueda llamar obra de arte, aparentemente llamada " Un perro enfermo, callejero" consistía en mostrar eso, un perro enfermo y moribundo. Hizo una exposición en una galería de Managua, donde ató a un perro y le negó alimentos, agua y asistencia veterinaria, dejándo morir al pobre perro delante de todos los asistentes, asistentes que en mi opinión debian ser igual de " humanitarios" que él y a los que debiera haberles caido la cara de vergüenza al contemplar y permitir el lamentable espectáculo de un perro muriendo de hambre en un rincón de un museo que fué mas que un expositor del arte un matadero. Fué una ejecución en toda la regla, una ejecución lenta y cruel ya que con pienso para perros formó la frase "eres lo que lees" pero ató al perro de forma que el pobre animal no pudo nunca llegar al pienso, a la frase.
Según el autor de la sádica, bárbara y criminal obra era una manifestación artística; yo le preguntaría al energúmeno este si lo atáramos a él en lugar del perro con un cartel al cuello que dijera: Arte, y te dejáramos morir de hambre y sed ¿ tambien sería una obra de arte ó un asesinato ?.-----------------------------










Esto si es una obra de arte, donde se plasma la amistad, fidelidad y cariño.

5 comentarios:

  1. Parece mentira que estas cosas ocurran en un museo de arte, de verdad ¿ es posible ?, ¿ que pasó con el tal Habacuc ?. Es increible.

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  2. Decime una cosa..., podemos buscar a semejante hijo de mala madre , ponerle una cadena, llevarlo a la plaza central y alli, mostrar como una persona muere comiendo, le damos de comer y beber hasta que este tio explote como un globo y como recordatorio, explicamos que lo hacemos como contracara de lo que él hizo ?.Disculpas, me parece que se me fue la mano, no?.Besos

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  3. Esto ocurrió hace año y medio, pero todavía se recuerda el escándalo, sobre todo por parte del museo que lo consintió, si se le puede llamar museo claro;este indivíduo que ria repetir en la Bienal Centro americana del Arte, pero se recogieron miles de firmas a través de internet para que lo rechazaran. No te pasaste Ana María, estos hechos son capaces de despertar la ira de cualquier persona civilizada. Lo triste fué que los visitantes del museo consintieran esta barbaridad, ya sé que que en España en algunas regiones se celebran fiestas crueles con animales, ya van desapareciendo, pero esto nunca hubiera ocurrido en un museo.
    Lo peor, gracias por comentar, estuve anoche en tu blog y no quise comentar, ví como calmavas a ese chaval, debe tener algun problema, aunque es un racista y no me gusta.No pasa nada si copias algun artículo de alguno de mis blogs, no hace falta que me pidas permiso.
    Por cierto antes publique este comentario en otro post estoy de un despiste, perdón.
    Besos y salud para todos amigos.
    Un beso.

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  4. Me pregunto, que pasaria si a el lo ataramos a una esquina, sin comida, bebida y sin derecho a un baño...

    Me molesta grandemente estas acciones, que culpa tiene ese pobre animal de la mente retorcida de ese patan, y como dices tu, mas retorcidos son esos idiotas que se paran a verlo...ahh que impotencia...en serio que pensaria el si le hicieramos lo mismo??

    Un saludo caluroso!

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  5. Massy son hechos que a cualquier ser civilizado no le caben en la cabeza. Esto me recuerda a Nerón el emperador romano que hizo quemar Roma para componer un poema mientras mirava como ardía.
    Besos.

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